miércoles, 21 de febrero de 2007

MENSAJE DE AMOR QUE LE COMUNICO EL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS a Sor Maria Consolata Bertone


Mientras el mundo se atomiza y desintegra por el odio de los hombres y de los pueblos, Jesucristo quiere renovarlo y salvarlo por el amor.

Quiere que se eleven hacia el cielo llamas de amor que neutralicen las llamas del odio y del egoísmo.

A tal efecto, enseñó a Sor M. Consolata Bertrone (Monja Clarisa Capuchina,1903- 1946,Turín - Italia ) un Acto de Amor sencillísimo que debía repetir frecuentemente, prometiéndole que cada Acto de Amor salvaría el alma de un pecador y que repararía mil blasfemias.

La fórmula de este Acto es:

"Jesús, María, Os Amo, Salvad las Almas"

Este Acto señala el camino del cielo. Con él cumplimos con el mandamiento principal de la Ley:

Amarás al Señor Dios tuyo con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente"... y a tu prójimo como a ti mismo.

Con este continuo Acto de Amor damos a Dios lo más excelente: que es amor a las almas.
Con esta Jaculatoria nos podemos comunicar constantemente con Dios. Cada hora, cada minuto, es decir, siempre que lo queremos. Y lo podemos hacer sin esfuerzo, con facilidad.

Es una oración perfecta; muy fácil para un sabio como para un ignorante. Tan fácil para un niño como para un anciano; cualquiera que sea puede elevarse a Dios mediante esta forma. Hasta un moribundo puede pronunciarla más con el corazón que con los labios.

Esta oración comprende todo:

Las almas del Purgatorio, las de la Iglesia militante, las almas inocentes, los pecadores, los moribundos, los paganos, todas las almas. Con ella podemos pedir la conversión de los pecadores, la unión de las Iglesias, por la santificación de los sacerdotes, por las vocaciones del estado sacerdotal y religioso.

Es un acto de amor a Dios y a la Santísima Virgen María y puede decidir la salvación de un moribundo, reparar por mil blasfemias, como ha dicho Jesús a Sor Consolata, etc.


En las dudas, en las tentaciones.En las dificultades de la vida, Por algún intención en particular.


Podemos enseñarlo también a nuestros amigos y parientes que lo recen, que lo propaguen. Gran alivio sentirá el moribundo si se le sugiere al morir.


Dijo Jesús a Sor Consolata:

"Recuerda que un Acto de amor decide la salvación eterna de un alma y, vale como reparación de mil blasfemias. Sólo en el cielo conocerás su valor y fecundidad para salvar almas".


Informacion obtenida del excelente sitio www.corazones.org

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