lunes, 19 de marzo de 2007

Glorioso Patriarca San José

En tu día te saludamos Santísismo Patrono de los trabajadores, los enfermos, las familias. Gracias le damos al Señor por tí Oh terror del demonio y te decimos:

¡Amado San José haz crecer en mi la fe, en ella encontraré la esperanza y el amor!


A vos recurrimos en nuestra tribulación, bienaventurado José, y después de haber implorado el auxilio de vuestra santísima Esposa, solicitamos también confiadamente vuestro patrocinio. Por el afecto que os unió a la Virgen Inmaculada, Madre de Dios; por el amor paternal que profesasteis al Niño Jesús, os suplicamos que volváis benigno los ojos a la herencia que Jesucristo conquistó con su Sangre, y que nos socorráis con vuestro poder en nuestras necesidades.

Proteged, prudentísimo Custodio de la Divina Familia, el linaje escogido de Jesucristo. Preservadnos, Padre amantísimo, de todo contagio de error y corrupción. Sednos propicio y asistidnos desde el cielo, poderosísimo protector nuestro, en el combate que al presente libramos contra el poder de las tinieblas. Y del mismo modo que, en otra ocasión, librasteis del peligro de la muerte al Niño Jesús, defended ahora a la Santa Iglesia de Dios contra las asechanzas de sus enemigos y contra toda adversidad. Amparad a cada uno de nosotros con vuestro perpetuo patrocinio a fin de que, siguiendo vuestros ejemplos, y sostenidos por vuestros auxilios, podamos vivir santamente, morir piadosamente y obtener la felicidad eterna del cielo. Amén
Imagen y oración obtenidas de www.panodigital.com

jueves, 8 de marzo de 2007

Oración de Protección


Oración:


Dios todo poderoso que sufriste la muerte en el árbol singular por todos mis pecados, quédate conmigo (se repite 3 veces)

Santa Cruz de Jesucristo rechaza de mí toda arma cortante!

Santa Cruz de Jesucristo aleja de mí todo mal!

Santa Cruz de Jesucristo rechaza de mí todo peligro de muerte!

Santa Cruz de Jesucristo que llegue yo al camino de la Salud plena e integral!

Santa Cruz de Jesucristo presérvame de todo accidente corporal y temporal!

Santa Cruz de Jesucristo que te venere yo para siempre y por siempre!

Jesús de Nazaret crucificado ten piedad de mí por los siglos de los siglos!

Amén

Esta oración fue encontrada en el año 100, en el sepulcro de Nuestro Señor Jesucristo y enviada por el Papa al emperador Carlos cuando partió a combatir a los enemigos de San Miguel en Francia.

Leemos en los Hechos de los Apóstoles Cap. 5 v. 14-16

"Los creyentes sacaban enfermos a las plazas...para que al pasar Pedro (el apóstol), siquiera su sombra cubriese a alguno de ellos, y sanaban."

Hechos cap. 19, v.11-13

"Dios obraba por medio de Pablo milagros extraordinarios, de forma que bastaba aplicar a los enfermos pañuelos o mandiles que había usado y se alejaban de ellos las enfermedades y salían los espíritus malos"

CON MAYOR RAZÓN LA CRUZ DE CRISTO POSEE PODERES MILAGROSOS, PUES EN ELLA SUFRIÓ Y MURIÓ CRISTO, NUESTRO REDENTOR.

PROMESAS:

Aquel que rezare esta oración, no morirá repentinamente. No se ahogara, no se quemará. Ningún veneno podrá envenenarlo. No caerá en manos de los enemigos. Sera preservado del mal de epilepsia y cuando se vea a alguna persona que sufra de este mal, pongásele esta oración sobre el costado derecho, y el paciente se levantará gozoso.

Cuando una persona se encuentre próxima a dar a luz y rece esta oración o la oiga rezar, o la lleve puesta, dará a luz sin peligro y sera tierna madre; y cuando la criatura haya nacido se deberá poner esta oración sobre su lado derecho y sera preservada de muchos accidentes.

Cuando esta oración se encuentre dentro de una casa, esa quedara libre del rayo y del trueno; y aquel que rece diariamente esta oración, sera avisado tres días antes de morir, por un signo divino, acerca de la hora de su muerte.

Dice el Señor que aquel que escriba esta oración para sí o para otros sera bendecido.